Conclusiones sobre las lecturas: Las interacciones sociales para aprender (Ferreiro, 2004) y La partcipación en clase (Ferreiro, 2005):
El aprendizaje cooperativo es una didáctica que favorece la construcción del conocimiento, siempre y cuando el profesor realmente conozca el significado de éste, de tal manera que planee y estructure sus clases adecuadamente. También, debe estar consciente de que no basta con tener sentados a los alumnos en equipos, sino que es necesario propiciar la interactividad entre éstos y los objetos de aprendizaje, así como las interacciones necesarias entre ellos mismos. Este tipo de actividades se pueden realizar tanto en un salón de clases como en un entorno virtual.
El aprendizaje cooperativo ayuda a que los alumnos conserven en su memoria nociones básicas del propio contenido de aprendizaje por periodos prolongados; para lograr esto el alumno debe aprender a reflexionar, a ser crítico y creativo, de tal manera que no sea un simple acumulador de saberes. El papel del profesor es primordial para que el alumno pueda desarrollar estas capacidades (García, 2001).
El docente debe estar consciente de su función como mediador, por lo cual debe saber cómo organizar al grupo en equipos y explicarles detalladamente sobre la forma en que debe trabajar cada uno de los integrantes de los mismos; por ejemplo, debe hacerles ver que la responsabilidad es compartida y que cada uno de ellos juega un papel importante dentro de sus respectivos equipos (coordinador, relator, verificador) para que al final de la actividad designada entreguen un producto que representará el esfuerzo de todos los integrantes de cada pequeño grupo, el cual será reconocido por todos los demás equipos (Rodríguez-Mena, 2004).
También, es importante que el maestro prevea todo lo que va a necesitar para que los equipos funcionen correctamente; por ejemplo, los materiales y recursos didácticos, las estrategias adecuadas y organización del trabajo. Asimismo, el profesor debe monitorear los comentarios de los alumnos y estar al pendiente del tiempo de trabajo para que al final de la actividad los alumnos obtengan resultados óptimos.
El aprendizaje cooperativo tiene la característica de atender las diferencias individuales (talentos, estilos y ritmos de aprendizaje) que presentan los alumnos, por lo que se considera como una alternativa educativa para que cada uno de éstos satisfaga esa forma de aprender y poco a poco vaya construyendo su propio conocimiento, de tal manera que lo internalice y le sirva de base para incorporar otros nuevos. Para que el alumno realmente logre esto, debe estar consciente de que su participación activa y comprometida es primordial; y que entre más participe, más oportunidades tendrá de que su aprendizaje sea significativo.
Por esta característica que tiene el aprendizaje cooperativo, se puede decir que satisface esa necesidad que tienen los educandos de participar en su aprendizaje, la cual siempre ha existido y que en la actualidad cobra mayor trascendencia por las características de la generación N.
Definición
Es un concepto de aprendizaje que, por las estrategias didácticas que emplea, se presta para atender las diferencias individuales (talentos, estilos y ritmos de aprendizaje) en un medio social diverso como lo es un salón de clases o bien, en un entorno virtual. El aprendizaje cooperativo favorece la construcción del conocimiento, el pensamiento crítico y creativo, los sentimientos, la conducta personal y social, y el desarrollo de competencias.
Para que se dé este tipo de aprendizaje, es necesario que el docente realice una planeación bien estructurada de la clase que va a impartir, de tal manera que contemple la participación activa del alumno y la enseñanza de herramientas y disposiciones para hacerlo pensar reflexiva y críticamente. Para que este tipo de participación sea pedagógicamente trascendente en la formación del estudiante, debe contemplar dos momentos: la interactividad y las interacciones. La primera se da entre el aprendiz y el objeto de estudio y la segunda entre los mismos alumnos (interdependencia social positiva). Las interacciones incorporan habilidades sociales que son la base de la inteligencia emocional; también, favorecen el desarrollo de actitudes y valores para toda la vida. Este tipo de actividades propician el aprendizaje significativo tanto de los contenidos declarativos como de los procesales, de tal manera que el alumno conserve por periodos prolongados nociones básicas del propio contenido de aprendizaje.
Fuentes consultadas:
Ferreiro, R. (2004). Las interacciones sociales para aprender. Revista rompan filas. No. 73.
Ferreiro, R. (2005). La participación en clase. Revista Rompan filas. No 76.
García, R. (2001). Aprendizaje significativo en estudiantes de nivel superior. Paedagogium, Revista Mexicana de Educación y Desarrollo. Año 1, 6, 33-36.
Rodríguez-Mena, M. (2004). Aprendiendo en comunidades. Revista Mexicana de Pedagogía, Año XV, 78, 13-16.
Equipo:
Zonia Gilda Castro
María Dueñas
MCyTE CECTE